Al menos doce personas fueron arrestadas en Australia y son interrogadas por presunta pertenencia a grupos terroristas, entre ellos yihadistas del Estado Islámico, en una redada a nivel nacional coordinada por la Policía Federal, informaron fuentes oficiales citadas por los medios.

En el operativo, en el que han participado unos 600 agentes, fueron detenidas personas supuestamente vinculadas al grupo yihadista en Sídney y Bristane, donde tendrá lugar el próximo mes de noviembre la reunión de jefes de Estado y de Gobierno del G20.

Según los informes policiales, los acusados estaban planeando una decapitación en Sídney, informó el canal ABC.

“Esta ha sido una gran operación que refleja los retos a los que nos enfrentamos en este momento”, declaró Andrew Scipione, portavoz de la Policía de Nueva Gales del Sur.

El pasado viernes Australia elevó la alerta terrorista al nivel “alto” ante la amenaza de atentados en medio de la ofensiva internacional contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.

El país oceánico, que ya había realizado misiones humanitarias en Irak para ofrecer ayuda a minorías étnicas amenazadas por los extremistas del EI, envió a principios de semana el primer contingente de tropas que planean combatir a los yihadistas.

Se espera que unos 600 soldados australianos se trasladen a una base ubicada en los Emiratos Árabes Unidos, además de varios cazas y aviones de apoyo, en respuesta a una petición de EE.UU para contribuir a la lucha internacional contra el EI.

Según el Gobierno australiano, unos 60 australianos militan en las filas del Estado Islámico, mientras que otros 100 trabajan activamente en Australia para dar apoyo logístico al grupo islámico radical y reclutar yihadistas.

La Agencia Central de Información de EE.UU. (CIA) calcula que el grupo yihadista EI tiene entre 20.000 y 31.500 combatientes en sus filas, entre el doble y el triple de lo que preveía antes de mayo.

Fuente: EFE