Un varón afgano-australiano que residía en Australia fue presuntamente torturado y asesinado en Afganistán, a donde viajó para visitar a su familia, porque procedía de un país de “infieles”, informan medios locales.

La víctima, Sayed Habib Musawi, de 56 años, fue detenido la semana pasada por un grupo de talibanes cuando se desplazaba en un autobús desde la provincia de Ghazi a Kabul, según relató su hijo Nemat Musawi a la cadena australiana ABC.

El cadáver de la víctima fue hallado al lado de una carretera con las manos atadas, con signos de haber sido golpeado y con varios orificios de bala, aunque las autoridades australianas han explicado a la ABC que aún intentan confirmar los hechos.

El vicegobernador de Ghazi, Mohammad Ali Ahmadi, declaró a la fuente que “la razón detrás del asesinato es muy clara, él era un ciudadano con doble nacionalidad y provenía de un país que los talibanes consideran como infiel”.

“Cuando los talibanes lo detuvieron, él le dijo que había viajado desde Australia para ver a su familia y después los talibanes ordenaron su ejecución”, señaló la autoridad de Ghazi al explicar que Musawi no tenía antecedentes criminales, no había cometido un delito durante su viaje, ni participaba en actividades gubernamentales.

La víctima creció en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, y logró asentarse en el sur de Sídney con su mujer y cuatro hijos cuando logró asilo político en Australia en el año 2000.

Australia envió unos 1.500 soldados a Afganistán en 2001 para combatir a los talibanes y capturar al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tras los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, en una misión que concluyó el año pasado, aunque mantiene personal de apoyo.

Además, el Gobierno de Camberra, que forma parte de la coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra el Estado Islámico, está a punto de decidir si envía tropas para combatir a la milicia yihadista en Irak.

Fuente: EFE