Castro, vestido con un mono azul, mantuvo durante toda la vista la cabeza baja y sólo se dirigió en voz queda a su abogada. Durante la vista, sus hermanos Pedro ni Oneil, que también vestían monos azules, no se dirigieron a Ariel, que permaneció de pie a su lado.
Castro ya había sido acusado de romperle la nariz dos veces a la madre de sus hijos, tumbarle un diente, dislocarle ambos hombros y amenazar matarla, así como a las hijas de ella, de acuerdo con una denuncia de violencia doméstica del 2005.
El documento presentado por Grimilda Figueroa en el que solicitaba una orden judicial de protección también decía que Castro frecuentemente secuestraba a las hijas de ella e impedía que las viera. Figueroa murió de cáncer en abril del 2012.
El padre de Figueroa, Ismael Figueroa, dijo el último miércoles que Castro solía encerrar a su hija dentro del apartamento en un segundo piso en la casa donde vivieron cuando estuvieron juntos por primera vez.
Fuente: Agencias