Según el diario ‘La Nación’, la madrugada del 10 de noviembre de 1985 una sudestada precipitó el desenlace y la fuerza del agua perforó un terraplén que protegía al pueblo de un lago que estaba colapsado por los 1500 milímetros de lluvia caídos ese año.

A partir de esa noche la imagen del pueblo se modificó. El nivel de agua creció un centímetro por hora y dos semanas después ya había dos metros de agua. El canal Ameghino, construido en 1975, terminó por desbordarse por completo.

Los pobladores tuvieron que abandonar casas, hoteles y comercios en pocos días. La mayoría de los lugareños se afincaron en Carhué, una localidad de diez mil habitantes que se encuentra a 12 kilómetros de la villa y a 570 kilómetros al sudoeste de Capital Federal.

Hasta allí, en camiones y tractores, se realizó la mudanza de todo un pueblo devastado. En los últimos cincos años el agua bajó varios metros y ahora quedan pocas cuadras inundadas.

Epecuén se había desarrollado como destino turístico desde su fundación, el 23 de enero de 1921. Fue el refugio de miles de abuelos que buscaban alivio en la salina para los problemas en los huesos, articulaciones y la piel. También el de cientos de judíos, por las similitudes de las propiedades del agua con las del Mar Muerto.

Hasta el día de la inundación llegó a contar con una capacidad hotelera de 5,000 camas distribuidas en 220 establecimientos entre hoteles, pensiones y residencias. La industria del turismo también convivió con la de la explotación de la sal que se usaba en el rubro farmacéutico y la fabricación del vidrio.

Desde 1980 la laguna creció entre 50 y 60 centímetros por año y amenazaba con rebasar el terraplén construido para proteger al pueblo. Nadie pensaba en lo peor, pero la tragedia ocurrió y, cuando la protección se quebró, no hubo vuelta atrás.

¿Qué pasó con todos los pobladores? A pesar que se resignaban a irse del pueblo, tuvieron que rehacer su vida como pudieron, de cualquier modo. La mayoría le inició juicio al gobierno provincial. Algunos cobraron el 50% del valor de la propiedad y los que pudieron esperar recibieron lo que les correspondía, pero 15 años después.