En medio del intenso manto de niebla que cubrió buena parte de Argentina los últimos días, un experimentado piloto logró aterrizar un avión que llevaba un corazón para realizar un trasplante.

Claudio Pistone, un piloto con 5000 horas de vuelo, contó cómo logró aterrizar su nave en el aeropuerto de la localidad de Córdoba, donde por momentos había una visibilidad de sólo 50 metros.

Todo comenzó durante la madrugada. Pistone y su equipo viajaron desde Buenos Aires hasta Mendoza a bordo de un Learjet 31. Allí debían recoger a un grupo de médicos y llevarlos, junto con el órgano, hasta Córdoba, donde se encontraba el receptor.

“Nosotros estábamos en Mendoza y media hora antes de que los médicos terminaran de extraer el órgano se nos informó que el aeropuerto de Córdoba estaba cerrado por baja visibilidad. Era cuestión de esperar a ver si podía aparecer algún mejoramiento temporario”, contó el piloto en diálogo con TN, y agregó que tanto los médicos como la tripulación sufrieron “una fuerte desazón”.

“Nos quedaba muy poco tiempo. Los órganos tienen un tiempo útil y estábamos a 20 minutos de que se nos acabe el tiempo para poder viajar y que se realice el trasplante”, relató Pistone.

De repente, un leve mejoramiento les permitió despegar, pero ya en el aire nuevamente la torre de control les informó que el aeropuerto de Córdoba estaba otra vez cerrado. Entonces, la tripulación decidió acercarse y confiar en los “pequeños mejoramientos temporales”, que a veces eran cuestión de “segundos”.

“Tomamos la decisión de realizar todo el procedimiento que corresponde en estos casos y ver si podíamos encontrar ese mejoramiento temporario en el momento del aterrizaje”, sostuvo el experimentado piloto, quien finalmente logró aterrizar la nave. “Cuando llegamos había muy poca visibilidad. Por momentos, sólo de 50 metros”, agregó.

Finalmente, los médicos lograron finalizar con éxito el procedimiento y el trasplante fue un éxito.

Fuente: La Nación