A pocos días de la matanza en Connecticut, Estados Unidos; otra ataque sacude al mundo, esta vez en Buenos Aires, Argentina.

El asesino fue identificado como Carlos Landíbar, un hombre, que cansado de los maltratos propinados por sus dos jefes y un compañero, decidió acabar con ellos y los mató a balazos.

Landíbar trabajaba en una empresa de transportes y al percatarse de su crimen, se suicidó, pero antes incendió el local donde trabajaba, informó el noticiero 24 Horas.

Algunos familiares y amigos señalaron que él estaba sumido en la depresión pues tenía millonarias deudas por el incumplimiento del pago de su sueldo.