El gobierno chileno y los estudiantes que protestan desde hace dos meses por una mejor educación radicalizaron posiciones tras las violentas protestas del último jueves que dejaron casi 900 detenidos y 90 policías heridos, en una situación que ha complicado al gobierno del presidente Sebastián Piñera.

Todo esto en momentos en que el gobierno había presentado un plan de 21 puntos sobre el cual los estudiantes habían previsto responder este viernes, aunque ya habían expresado que lo rechazarían por no acoger su principal pedido, de eliminar el lucro en la educación pública.

“La propuesta no es satisfactoria para las demandas. Ha trascendido, ha sido unánime a lo largo de todo el país, que la propuesta no fue bien recibida por parte de los estudiantes”, manifestó a la prensa el dirigente estudiantil Giorgio Jackson.

Por su parte el presidente Sebastián Piñera hizo un llamado a los estudiantes para retomar el diálogo desde su cuenta de Twitter.

“Los invito a dialogar y aportar para una educación de calidad. Es tiempo de construir y buscar acuerdos”, afirmó el mandatario.

Precisamente Piñera ha sido uno de los grandes perjudicados por las protestas, y su aprobación cayó a un histórico 26%, según la encuesta semestral del Centro de Estudios Públicos (CEP) difundida el pasado jueves y que lo convirtió en el mandatario con peor evaluación desde el retorno a la democracia en 1990, informó AFP.