Los celos de una mujer, en su disputa con otra (no su esposa) por las atenciones del general David Petraeus, fueron los que acabaron con la brillante carrera del director de la CIA y uno de los más consagrados héroes del estamento militar estadounidense, símbolo de las campañas de Irak y Afganistán.

Amenazas en correos electrónicos de la biógrafa oficial de Petraeus, Paula Broadwell, denunciadas por la mujer que los recibió, motivaron la investigación del FBI que destapó el affaire del general.

El caso llevó a la dimisión el viernes pasado de Petraeus al frente de la Agencia Central de Inteligencia, al quedar de manifiesto que su relación extramarital había puesto en hipotético riesgo la seguridad nacional. La investigación del FBI parece concluir que no hubo ninguna violación notable de la seguridad, aunque Broadwell estaba en posesión de cierto material clasificado.

Broadwell, autora de una biografía sobre Petraeus publicada a comienzos de año, cuya elaboración le llevó a establecer una estrecha vinculación con el general que devino en relación amorosa, comenzó a tener celos de otra mujer con la que se disputaba las atenciones del director de la CIA.

De esa segunda persona las fuentes citadas por los medios estadounidenses solo especifican que no era su esposa Holly ni estaba empleada en la Administración.

Sintiéndose rivalizada, Broadwell envió a su supuesta contrincante correos electrónicos acosándola y lanzándole amenazas, al parecer utilizando una cuenta personal de correo electrónico de Petraeus. Asustada notablemente por las misivas, la persona molestada buscó la protección del FBI.

Fuente: ABC