En Reino Unido, el trabajo en conjunto de un grupo de científicos europeos y de cineastas de vida salvaje han creado un robot a control remoto disfrazado de pingüino.

La presencia del robot en la colonia tiene como fin estudiar a las especies de pingüinos emperadores que tienen su hábitat en la Antártida.

Los investigadores, dirigidos por Yvon Le Maho, de la Universidad de Estrasburgo en Francia, han explicado a la revista Nature Method como fueron capaces de estudiar a las colonias de pingüinos.

Aunque al principio se asustaban al ver el robot, después lo adoptaron como suyo, hasta un pingüino le cantó una canción, afirman.

El emperador es el más grande de todos los pingüinos: un ejemplar medio mide unos 115 centímetros. Estas aves, incapaces de volar, viven en los hielos antárticos y en las gélidas aguas que los rodean.