Desde que la ciudad de Dresden, en , se enteró de la horrorosa muerte de Wojciech Stempniewicz a manos de , quedó aterrorizada. La población no entendía cómo un hombre de apariencia pacífica podía ser un caníbal, por eso cuando se enteró que fue condenado a 8 años de cárcel por el crimen, se quedó indignada y pidió un nuevo juicio.

Detlev Guenzel protagonizó una de las historias de crímenes más horrorosas de Alemania. No solo mató y comió Stempniewicz, sino también pasó cinco horas cortando su cuerpo en pedazos en el sótano de su vivienda y luego las esparció por todo su patio. Todos los restos fueron hallados menos su pene y testículos.

Guenzel siempre aseguró que el ciudadano polaco que conoció por internet y llevó con engaños a su casa, se suicidó, pero los investigadores hallaron una fotografía del “caníbal de Dresden” desnudo, vestido sólo con unas sandalias y unos calcetines, portando un hacha, junto a un esqueleto.

Así tras un juicio muy seguido por la población, Guenzel fue hallado culpable pero nadie estaba conforme con la pena, así que un año después y tras varias apelaciones, la Corte Suprema de Alemania ha alargado su pena a un mes más.

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