En Alemania los fieles católicos están descontentos por el impuesto religioso que se les obliga a pagar, de lo contrario no podrán acceder a los sacramentos de Confesión, Comunión, Confirmación o Unción de los Enfermos.

Esto fue decretado en el 2012 por la Conferencia Episcopal Alemana y que ha logrado que un año después logre recaudar alrededor de 6,7 mil millones de dólares en ingresos, por lo que se le considera la Iglesia más adinerada del mundo.

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Sin embargo, a pesar de esta abundancia, los fieles declarados en el país están disminuyendo dramáticamente en un promedio de cien mil cada año. En 2012, según estadísticas oficiales de la Iglesia en Alemania abandonaron un total de 118,335 católicos.

La joven alemana Martina Nagher, entrevistada por la prensa, manifestó su enfado con la Iglesia de su país. “Pienso que es absolutamente inaceptable, si quieres tener los sacramentos, deberías poder obtenerlos así pagues impuestos o no”.

Fuente: Religión en Libertad.

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