La venta ha provocado una ola de nostalgia en Alemania, donde el dominio de los teléfonos móviles ha hecho que las cabinas queden inservibles y se hayan convertido en bibliotecas, decorativos, recuerdos personales, duchas hechos a medida y hasta un estudio de grabación.

El sitio, ubicado en el bosque cerca de la ciudad de Michendorf, es el primer cementerio telefónico de su tipo en Alemania.

Actualmente cuenta con unos cuadros de color amarillo, que son los tipos más antiguos, y está lleno principalmente de nuevas cabinas telefónicas de color rosa, que han tenido que ser descartadas por falta de uso por parte de Deutsche Telekom.

La venta se inició a finales del año pasado y es probable que continúe durante algún tiempo, mientras las cabinas telefónicas se desvanecen poco a poco de la vida pública.

Cabe indicar que el uso de estas cajas de metal han entrado en declive en todo el mundo tras el florecimiento de los teléfonos móviles.

En 2003, todavía había más de 100 mil cabinas telefónicas en toda Alemania, pero en muchas áreas ya han sido eliminadas o sustituidas por modelos más baratos y más fáciles para ejecutar murales gradualmente.

Fuente: Daily Mail