El fiscal argentino Alberto Nisman, quien denunció a la mandataria del país por presunto encubrimiento de terroristas, estaba arrodillado cuando recibió el tiro que lo mató, según las conclusiones de los peritos contratados por su exmujer para investigar la muerte, reveló este jueves un diario local.

A partir de fotografías, videos y visitas a la vivienda de Nisman, donde fue hallado muerto el pasado 18 de enero, los peritos de la querella dedujeron que Nisman estaba frente a la bañera y “probablemente” tenía “un atacante ubicado detrás”, unas conclusiones que contradicen las del peritaje oficial y fueron cuestionadas este jueves por el Gobierno.

Los expertos contratados por la querellante y exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, aseguraron haber descubierto manchas “lavadas” en el grifo y el lavadero del baño del fiscal, según publicó el periódico La Nación.

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Además, sostuvieron que la ausencia de restos de pólvora en la mano derecha de Nisman se debía a que hubiese algo tapándola, como un “objeto o una mano”.

Estas conclusiones difieren de las de la autopsia oficial, que rechazaron la participación de terceras personas en el deceso del fiscal.

Por el contrario, Arroyo Salgado sostuvo que “Nisman no se suicidó, lo mataron”, en una conferencia de prensa la semana pasada en la que presentó el informe de los peritos de la querella y en la que obvio el punto 12, donde se especificaban las circunstancias de la muerte, parte de cuyo contenido amplió este jueves La Nación.

Fuente: EFE