“Gracias al presidente Obama por todo lo que ha hecho hoy”, dijo Alan Gross en una rueda de prensa acompañado de su esposa, Judy, a la que agradeció sus inagotables esfuerzos para su liberación durante los cinco años que estuvo preso en Cuba.

Gross llegó a Estados Unidos después de que la Casa Blanca confirmara que el Gobierno de Cuba había puesto en libertad “por razones humanitarias” al contratista, que fue detenido en 2009 cuando trabajaba en un programa para facilitar acceso a internet a la comunidad judía en el país caribeño.

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El estadounidense agradeció a los congresistas, como el senador republicano Jeff Flake y los representantes demócratas Chris Van Hollen y Barbara Lee, por sus visitas y apoyo, así como sus gestiones para su liberación.

No obstante, señaló que, “en última instancia, la decisión de organizar y asegurar mi liberación se realizó en el Despacho Oval”, en referencia al mandatario Barack Obama, al tiempo que reconoció los “increíbles desafíos” que enfrentan Estados Unidos y la comunidad internacional.

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Gross expresó su “máximo respeto” y “cariño” a los cubanos, que, “de ninguna manera, son responsables de la prueba a la que mi familia y yo hemos sido sometidos”.

“Me duele verlos tratados tan injustamente como una de las consecuencias de las políticas beligerantes mutuas de los dos gobiernos” durante más de cinco décadas.

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En este sentido, manifestó su deseo de que “podamos ahora superar las políticas beligerantes mutuas”, y aseguró que se sintió “muy feliz” al escuchar el anuncio del presidente Obama, “un elemento de cambio que apoyo plenamente”.

Fuente: EFE

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