Un grupo de investigadores, de diversas instituciones norteamericanas y europeas, encontró restos de agua similar a la que ocupa las tres cuartas partes de la Tierra en un lejano cometa, llamado 103P-Hartley 2, cuerpo celeste originado en el Cinturón Kuiper.

Los cometas han sido considerados, desde hace tiempo, en teoría, como una fuente de agua. Sin embargo, después de realizar varias pruebas se concluyó que el líquido de estos cuerpos era diferente al de nuestro planeta.

Pero eso habría cambiado, ya que los astrónomos consideraron que la composición de este comete es diferente a los otros estudiados anteriormente debido a que se formó 30 veces más alejado del Sol que la Tierra, informó el Mundo.es

“Estos resultados son una pieza fundamental en el gran rompecabezas de cómo y cuándo los océanos llegaron a ser lo que son, sin los cuales la vida no sería posible en la Tierra”, dijo Edwin A. Bergin, uno de los coautores de este trabajo, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.

Cabe resaltar, que con este hallazgo crece la hipótesis de que el origen del agua, y de la vida, surgió en estos cuerpos celestes hechos de hielo y rocas.