Richard Kuklinski, de Nueva Jersey, fue un asesino a sueldo que aseguró haber matado más de 200 personas en toda su carrera criminal desde 1948 hasta 1986. Sus clientes eran las cinco familias criminales de Nueva York. Sin embargo su carrera como asesino comenzó cuando apenas tenía 13 años.

Además de su fortaleza física, 1, 96 metros de estatura y 140 kilos, que le otorgaba una ventaja física sobre sus víctimas, poseía un malicioso ingenio y ello queda demostrado con su apodo “Iceman”, que se lo ganó por la técnica que usaba de congelar los cuerpos de las víctimas para disfrazar el tiempo de muerte y evitó que lo vincularan a los crímenes.

Durante mediados de los años 50, Kuklinski tenía la reputación de ser alguien explosivo y temperamental que golpeaba o mataba a cualquiera que lo molestara. Pronto sus tendencias criminales llamaron la atención de las familias criminales de Nueva York, como los DeCavalcante o DeMedeo, para quienes asesinó.

Utilizaba pistolas, cuchillos, explosivos, patas de cabra, fuego, venenos, fundas de plástico para asfixiar y sus puños. Su veneno preferido era el cianuro por su efectividad y lo administraba por varios métodos: inyecciones, en la comida de una persona, en un aerosol y simplemente regándolo en la piel de su víctima.

Uno de los métodos favoritos de Kuklinski para deshacerse de los cuerpos era meterlos en un barril de aceite de 55 galones. También los desmembraba, enterraba, o guardaba el cadáver en el maletero de un coche y lo trituraba en un depósito de chatarra.

Sin embargo, en 1986 lo capturaron y en 1988 la Corte de Nueva Jersey condenó a Richard por cinco homicidios con una sentencia de varias cadenas perpetuas, no podría lograr la libertad condicional hasta que tuviera 110 años. En el 2003 fue acusado por el asesinato del detective de Nueva York, Peter Calabro, a quien Kuklinski emboscó y disparó con una escopeta el 14 de marzo de 1980, sumándose así 30 años más a su encarcelamiento.

En prisión era visitado por periodistas, escritores, psicólogos, criminólogos y abogados. Hasta que en el 2006 falleció en un centro médico, a poco de testificar contra el líder de la mafia Gambino, Sammy Gravano, por el crimen del detective Calabro.

Fuente: Asesinos en Serie.