Según la información oficial, Belle Gunness asesinó a sus esposos Max Sorensen, Peter Gunness y Andrew Helgelein entre 1890 y 1908, envenenándolos con arsénico, para cobrar sus pólizas de seguro.

En 1931 una anciana, identificada como Esther Carlson, fue detenida en Los Ángeles por envenenar a un hombre para conseguir su dinero. Dos personas afirmaron que se trataba de la asesina, pero existieron dudas acerca de la veracidad de su identidad.