Andrei Romanovich Chikatilo (1936), más conocido como el Carnicero de Rostov, es considerado el peor asesino en serie de la ex Unión Soviética. Cometió más de 50 asesinatos, siendo sus principales víctimas niños y niñas.

Poseían gran habilidad de ganarse la confianza de los niños, gracias a su experiencia como maestro y padre de dos menores, luego los trasladaba al bosque y allí cometía los crímenes. ¿Pero qué lo impulsaba? Una vez llevó a una niña de nueve años a una cabaña, la rasguñó sin querer y se excitó. Andrei, con problema de impotencia, asoció lo ocurrido con su erección, y comenzó apuñalar a la menor con inaudito placer.

Llevaba una doble vida: la de esposo sumiso e impotente y la de sombrío y enfermizo asesino. Con el pasar del tiempo sus crímenes se tornaron más violentos: golpes excesivos, mordiscos en los cuerpos, genitales mutilados. Y continuó asesinando a más niños y le sumó a su lista de crímenes personas con problemas mentales.

El fiscal general de la provincia de Rostov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Ese mismo día fue retenido por la KGB. Aunque no quiso confesar en un principio sus crímenes, luego lo hizo ante un psiquiatra y aceptó haber cometido 52 asesinatos.

El 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena de muerte, y ejecutado de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don el 14 de febrero de 1994.

Fuente: Discovery.