Todo profesional comprometido con la administración de su carrera y con el desarrollo de su empleabilidad debe estar listo para responder a preguntas sobre su experiencia profesional.

La respuesta no debe durar más de dos minutos, que es el tiempo máximo de atención plena del interlocutor.

Según explicó al diario Gestión Aída Marín, gerente de Outplacement de LHH-DBM, la respuesta debe tener la siguiente estructura:

- Los primeros 20 segundos la persona debe hablar un poco de su pasado (el nombre muy claro, la profesión y los estudios de especialización que se hayan tenido).

- En los 40 segundos siguientes deben abordarse de manera cronológica todas las empresas y experiencias laborales que uno ha tenido (el puesto y la empresa, evidenciando un desarrollo exitoso). También se debe poner énfasis en el enganche que hay entre puestos o entre empresa y empresa, indicando si hubo ascensos o si hubo invitaciones de antiguos jefes para pasarse a otra empresa.

- Los 40 segundos siguientes deben referirse básicamente a los logros, competencias y capacidades. Es mejor si se habla de los logros de los últimos trabajos o de las áreas por las que queremos ser recordados.

- Los últimos 20 segundos debemos hablar de lo actual, de los proyectos en los que estamos. Si nos encontramos en transición laboral debemos explicar muy claramente la empresa o los sectores a los que nos estamos dirigiendo.