El diario El Universal recomienda que por muy enojado o cansado que estés de lo que haces y del entorno, lo mejor que puedes hacer es salir amistosamente de tu empleo, pues siempre es mejor que dejes las puertas abiertas, pues no sabes si en el futuro podrás necesitar de las personas a las que dejas.

Evita la negatividad a toda costa. Tanto en la plática que sostengas con tu jefe para renunciar, los comentarios que hagas con tus compañeros sobre tu partida, o en la entrevista con el Departamento de Recursos Humanos, evita a toda costa los malos comentarios o la hostilidad, aunque haya sido muy difícil la situación por la que hayas pasado.

Avísale a tu jefe. No estés por los pasillos contando sobre tu nueva posición. Evita empezar a recoger tus cosas y limpiar tu computadora. La primera persona que debe enterarse de tu partida es tu inmediato superior, pues de lo contrario “tu jefe se sentirá insultado de escucharlo de alguien más”, indica Levit. Antes de tal conversación, prepara tu discurso.

“El argumento que armes al momento de tu salida decidirá en qué condiciones y términos vas a quedar con la empresa. Este argumento tiene que ser lógico y debe de corresponder a tu momento de vida y a la realidad de la razón por la que te estás moviendo de lugar”, dice por su parte el gerente divisional para Manpower Group, Erick López.

Aunque depende del grado de responsabilidad que tengas con la empresa, el tiempo promedio con el que debes anunciar tu partida son 15 días de anticipación. En el caso de los puestos directivos altos se recomienda hacerlo con un mes de anticipación; en cambio, si tienes un puesto operativo puedes hacerlo incluso una semana antes, el gerente divisional para Manpower Group, Erick López.

Francis Gulotta, vicepresidente de Levo League, afirma que es recomendable que saques “tu información personal de tu computadora, y llévate las cosas que te sean importantes a tu casa con tiempo, pero no seas obvio. Deja escrito lo que necesiten saber tus compañeros para realizar tu posición. Con suerte vas a tener dos semanas para terminar de limpiar y recoger, pero nunca lo sabes”.

El proceso de transición es muy importante para dejar las puertas abiertas, indica El Universal. Antes de irte es cuando debes trabajar más duro y tener las cosas listas para quien tome tu lugar, en la medida de lo posible.

Se te recomienda dejar una bitácora por escrito sobre cómo realizar ciertos procedimientos.

Ten presente que nadie ofrecerá buenas referencias de ti y de tu trabajo si dejas tareas incompletas o problemas no atendidos. Es posible que te toque entrenar a quien será tu reemplazo. Hazlo siempre y cuando no retrase tu inicio en el nuevo trabajo.

Fuente: Univision.com