Los lectores de CNNMoney contaron cuáles son las características de un pésimo jefe.

1. El lamebotas sin carácter: Esta clase especial son “totales patanes con los empleados, al tiempo que son ángeles con sus superiores”, escribió L. Tolbert de Wichita, Kansas.

Si llegan a creer que tu trabajo provocará posible descontento en los ejecutivos de primer nivel, no dudarán en sacrificarte y echarte a los perros. Ellos “no pueden resistir la presión política de arriba, ceden de inmediato, no luchan por su gente ni la defienden”, explica Colin Adams de Somerville, Mass.

2. El dos caras Jekyll y Hyde: Los lectores fueron muy críticos con los jefes que mostraron favoritismo y aplicaron un “descarado doble rasero”.

Un jefe realmente pésimo “tiene sus pocos favoritos y los otros no valen nada”, dijo un ciudadano de Virginia.

3. El narcisista: Estas joyitas tienen gran egolatría, y suelen ser mezquinos.

Un hombre dijo que tuvo dos jefes pésimos, ambos eran “sociópatas narcisistas” y “mentirosos consumados”.

“Todo gravitaba en torno a ellos y no tenían capacidad para relacionarse con los demás o tener empatía por otros”, expuso John Balestrieri de Wisconsin.

4. El que no hace nada: No hay nada como dejarse el lomo en un proyecto sólo para ver que el jefe se roba todo el crédito, con apenas una mención tangencial de las personas que realmente hicieron el trabajo.

Peor aún es cuando la persona a cargo te desestima, rechaza tus ideas y luego no reconoce que podrías haber estado en lo correcto después de todo.

Luego está, por supuesto, el enfoque de limitar su gerencia a la mera presencia, sin actuar.

5. El ermitaño: Los jefes deben interactuar con sus subalternos. Aparentemente, sin embargo, el jefe que evita el contacto y se aísla no recibió ese memo.

“Se pone a sí mismo en una torre de marfil donde todo el mundo tiene miedo de acercársele y hablar con él, por lo que no hay intercambio de ideas. Él no se entera de los problemas hasta que ya es demasiado tarde. Y tiene nula conexión con su personal”, escribe Dave de Maryland.

6. El fanático del control: Una participación exageradamente activa, donde el jefe quiere tener injerencia directa en todo, puede enloquecer a los empleados. En esta categoría cae el “micromanager”.

Un ciudadano de Pennsylvania se quejó de un jefe que le asignó un proyecto de redacción sin darle muchos detalles. Luego el jefe lo re-escribió todo “como si él fuera el único que podía hacerlo con claridad. Devalúa lo que uno aporta y la confianza”.

Fuente: CNN