En un informe sobre alertas para descartar ofertas de trabajo, la firma de recursos humanos OCCEducación desglosa las situaciones en que una propuesta debe reconsiderarse:

1. Cuando obliga a la renuncia inmediata. Si no estás contratado querrás empezar cuanto antes, pero si tienes un trabajo y el posible empleador ejerce presión para que renuncies lo antes posible ¡cuidado! Lo ideal al dejar una empresa es avisar con dos semanas de anticipación, al menos. Los puestos de nivel gerencial o directivo toman más tiempo. La nueva organización debería valorar el deseo de renunciar de la manera correcta.

2. Si compromete la calidad de vida. En cuestión de trabajo es frecuente que la persona se enamore rápidamente de las prestaciones o de un mayor salario. Eso es valioso, pero no definitivo. También hay que evaluar las implicaciones que tendrá esa decisión a nivel personal, o después vendrá el arrepentimiento. Valora aspectos como si estarás más tiempo en la oficina o si se contrapone con otros proyectos que tengas.

3. Cuando no garantiza crecimiento. Una buena elección laboral está asociada con la forma en que un empleo beneficiará la carrera a largo plazo. Si la posición no ofrece experiencias o aprendizajes adicionales a los que ya se tienen, quizá convenga buscar otras opciones, si no tarde o temprano surgirá la tentación de renunciar.

4. Cuando imponen ‘contratos de esclavitud’. Además del salario, el desarrollo profesional y las prestaciones, también es importante que el trabajo permita disfrutar de la vida personal. Si desde la entrevista el reclutador advierte que es necesaria una disponibilidad de 24 horas los 365 días del año, trabajar los fines de semana y que ’no hay hora de salida’, hay que valorar si realmente es el ritmo de vida que se desea.

5. Si la posición lleva mucho tiempo sin ser cubierta. En ocasiones hay puestos que parece que están disponibles todo el año. Si se trata del área de ventas o atención al cliente, esto no es extraño, pero si tu área no es de alta movilidad y durante meses has visto la misma vacante en cierta empresa, este detalle puede indicar que hay algo en el puesto que no convence a los candidatos.

6. En caso de que el reclutador sea informal. No sólo el empleador debe evaluar al candidato, la persona necesita valorar a la empresa. Si el reclutador no se muestra abierto a responder cualquier pregunta sobre el puesto, los objetivos y las funciones a realizar desconfía de la oferta.

Fuente: CNN