Con el auge de las redes sociales, los buscadores de trabajo están mostrando, involuntariamente, sus verdaderos colores.

En algunos casos, con consecuencias muy reales como ser descalificados en la carrera por conseguir un puesto de trabajo o incluso la pérdida de una oferta de trabajo.

Según la Encuesta de Reclutamiento Social 2013 realizada por Jobvite, que comprendió a 1.200 directores a nivel mundial, el 93% de los reclutadores sostiene que probablemente utilice el perfil de los candidatos en las distintas redes sociales durante el proceso de selección, consigna un artículo publicado por la BBC.

Cerca del 39% de los empleadores de Estados Unidos usan las redes sociales para investigar a los postulantes y el 43% de ellos indicó que pudo encontrar información que fue determinante a la hora de no contratar a un candidato, según lo publicado en una encuesta realizada en 2013 por el sitio internacional CareerBuilder.com.

Teniendo en cuenta esto se confirma que cada vez es más importante mantener la vida profesional separada de la vida privada, aunque esta tarea se está tornando cada vez más difícil.

Cuidar el valor online

Peter Sterlacci, asesor de marca personal con sede en Kioto, Japón, sostiene que es fundamental comprender cómo se aparece online, aunque la mayoría de las personas no lo hace.

“Desafortunadamente, la mayoría de las personas son más reactivas que proactivas cuando se trata de administrar su reputación en línea”, escribió en un correo electrónico ante la consulta de la BBC.

Y agregó: “Hasta que algo negativo sucede, no pensamos realmente acerca de nuestra identidad virtual, y luego ya es demasiado tarde”.

Vaya directo a la fuente

Tanto Google como otros motores de búsqueda clasifican los contenidos online de acuerdo a su calidad, el número de enlaces que apuntan hacia él, las palabras claves y cuán reciente o fresco es, dice a la BBC Dan Schawbel, el autor de “Promociónate: Las Nuevas Reglas para el Éxito Profesional”.

Eso significa que cuantas más redes sociales utilice, deberá tener más cuidado con lo que los empleadores puedan ver.

“Los empleadores buscarán su nombre y los resultados variarán en función de lo que usted haya publicado o de lo que otras personas hayan publicado sobre usted”, agrega.

En primer lugar, debe encontrar la fuente. Si no es obvio a partir del propio enlace, se puede buscar en https://whois.net y ver quién es el dueño del sitio.

Luego le debe pedir a esa persona que borre el tweet, el artículo o la foto, dice Schawbel. Pero prepárese: no siempre es fácil hacer que las malas noticias desaparezcan.

Puede ser que tenga que convivir con lo que ha encontrado y deba contrarrestarlo en su lugar.

“Intente conseguir prensa positiva en los medios de comunicación para hacerle frente, escriba artículos y entradas de blogs, o registre su nombre en más sitios de redes sociales”, dice Schawbel.

Si no es una persona conocida, entonces trabaje para convertirse en más conocido de manera que sea fácilmente encontrado online. Para ello puede postear contenido relevante a su carrera en LinkedIn, pedir recomendaciones, dar respaldo a otras personas y participar en grupos, sugiere Schawbel.

“Cree un conjunto de trabajos online que lo representen”, escribió a la BBC Ted Clohosey en un correo electrónico, un experto en marcas y cofundador de Your Brand Academy con sede en Reino Unido e Irlanda.

Amplíe su red

A continuación, trabaje para construir su marca online configurando perfiles en las redes sociales como LinkedIn, Twitter, Facebook, Instagram y About.me.

“Su marca es su negocio, así que debe crear una página en Facebook como si fuera un negocio y debe postear entradas de interés profesional”, escribió Clohosey.

“Google está continuamente buscando contenido fresco. Si alguien busca su nombre, el hecho de tener contenido fresco que demuestre su valor lo proyectará de una mejor manera”, completó.

Clohosey también sugiere redactar un blog con entradas diarias “para construir su repertorio de valor online, que evidencie su capacidad de crear y agrega valor”, escribe.

“Esto lo ayudará a crear una excelente primera impresión. (Y también) promocionará su valor así como empujará hacia abajo (en Google) las cosas negativas. Las primeras impresiones son las que cuentan”, asegura.

Clohosey recomienda utilizar una herramienta de administración de redes sociales, como HootSuite, para postear las actualizaciones en todas las plataformas sociales de manera simultánea.

Divulgar o no divulgar

Si encuentra algo negativo y no lo puede eliminar, ¿debe adelantarse al problema potencial y decírselo a su futuro o actual jefe? Solo si está siendo objeto de falsas acusaciones y lo puede demostrar, recomienda Schawbel.

“En ese caso, puede explicarles lo sucedido y mostrar las evidencias así no las usan en su contra”, agrega. “De lo contrario, tomarán la información como tal y no lo contratarán”, comenta.

Lisa LaRue, una orientadora professional con sede en Londres y dueña de la consultoría de desarrollo profesional CareerWorx, recomienda no brindar información negativa.

“En mi experiencia, tanto los empleadores como los reclutadores habrán revisado su perfil online antes de la entrevista por lo que solo valdría la pena mencionarlo si fuera relevante por algo específico”, escribe a la BBC en un correo electrónico.

En cambio, puede dedicar su tiempo a administrar su reputación virtual a través de las redes sociales. Por ejemplo, revisar y ajustar sus configuraciones de privacidad, sugiere LaRue.

Configurar perfiles online que no puedan ser encontrados por su nombre, desactivar el “etiquetar” para que sus amigos no puedan etiquetar fotos que puedan ser visibles públicamente, según LaRue.

Caso por caso

Por supuesto que a veces tratar de enterrar el pasado puede ser contraproducente, dice Clohosey.

“La gente contrata a personas que conocen, que les agradan y en las que confían”, escribe. Y añade: “Un empleador preferiría que le cuenten cualquier tipo de indiscreción en lugar de descubrirla por sí solo”.

Antes de desperdiciar horas tratando de eliminar cualquier rastro indiscreto online, recuerde que los comentarios sobre sus ex-parejas no pueden ser tan malos.

“Pídale a alguien con experiencia en dirección que evalúe sus evidencias online porque a menudo nuestro propio ego es nuestro peor enemigo, y probablemente las cosas negativas no sean tan malas como pensamos”, concluye.

Fuente: Iprofesional.com