Rafael Ortiz es un kayakista mexicano que compartió en una conferencia cómo nació el gusto por este deporte extremo, en el que ha saltado de cascadas con una altura superior a los 60 metros.

Inició en el mundo del kayakismo a una temprana edad, cuando aún se encontraba en la carrera de ingeniería.

De hecho, empatar su exótica pasión con sus estudios fue una de las etapas más difíciles en su vida.

De esa experiencia aprendió que es bueno acabar con los estudios, pues tener un título aún tiene mucho peso. Pero también recomendó a los jóvenes no dejar de hacer lo que les gusta, ya que muchas veces la escuela puede matar otras pasiones.

“Como dice Mark Twain, nunca dejes que te influencie demasiado la escuela”, señaló.

Además, comentó que siempre puede haber algo de tu formación profesional que te ayude. Por ejemplo, la ingeniería le ayudó a poder resolver problemas de manera esquemática; verlo y romperlo en partes, “más allá de saber cómo armar un motor”.

Para aquellos que aún tienen dudas sobre qué camino seguir en su vida, dio cuatro consejos: Identificar lo que te gusta, tomar decisiones en esa dirección, estar dispuesto a hacer sacrificios, y hacerlo con todo lo que hay en ti.

Fuente: Dineroenimagen.com