La web de la BBC señala que algunos empleados ingeniosos han convertido en todo un arte la manera de inventar excusas para no faltar a la oficina.

Por ejemplo, el medio hace referencia a un directivo que dijo que uno de sus empleados le llamó y le dijo que no podía presentarse a trabajar porque su “uniforme había ardido tras ponerlo a secar en el microondas”.

Una encuesta realizada para Career Builder entre más de tres mil trabajadores, 2,200 directivos encargados de recursos humanos revela que hay todo tipo de razones para no ir a trabajar: 30% dijo simplemente no tener ganas de trabajar, el 29 por ciento argumentó que quería relajarse por un día y el 19% aseguró que necesitaba recuperar horas de sueño atrasadas.

Pero también hubo respuestas extravagantes.

Haberse “levantado de buen humor” y no querer arruinarlo, tener “suerte” y no saber dónde está fueron algunas de las primeras.

BBC Mundo señala que una mujer no quería ir a un encuentro obligatorio de un departamento de su empresa un sábado por la mañana.

“La excusa mágica. Hay dos hoteles con nombres parecidos en el centro de San Francisco: el Sir Francis Drake y el St. Francis (…) Volví a la cama y el lunes dije muy seriamente que había ido al St. Francis y allí nadie sabía nada de una sala reservada para mi empresa”.

Pero otra mujer, que seguramente ha tenido solo jefes muy despistados, dijo que su excusa favorita era decir que “el tifón me rompió todas las ventanas y necesito repararlas”.

Finalmente, debes saber que el estudio señaló que alrededor de 31% de los jefes se dio a la tarea de investigar si sus empleados decían la verdad o mentían, y el 18% de los empleados admitió que perdió su trabajo tras haber dado alguna de estas inverosímiles excusas.

Fuente: Dinero.univision.com