- Organízate:

Acostúmbrate a llevar una agenda para aprovechar al máximo cada minuto de tu día. Asigna tiempos razonables a cada actividad que tengas programada: tareas, estudiar para los exámenes, clase, entrega de informes, etc.

- Empieza temprano tu día:

Dicen que al que madruga, Dios le ayuda. Además, mientras más temprano despiertes, más tiempo tendrás de cumplir con todas tus tareas.

- No te estreses:

Suena complicado, pero en momentos tensos es mejor darte un segundo para respirar, analizar la situación e inmediatamente ver la mejor forma de solucionar el problema.

- Sé sincero con tus jefes:

Sé totalmente transparente con tu jefe y mantenlo al tanto de tu horario de clases, fechas de exámenes y demás. De esta forma, ambos podrán organizarse y él te asignará tareas que puedas cumplir. Si buscas un trabajo a medio tiempo, probablemente tu jefe sea más comprensivo y flexible con los practicantes.

- Motívate constantemente:

La mayor influencia para tu estado de ánimo eres tú mismo, así que si te sientes derrotado y frustrado, recuerda las razones por las que asumiste el reto de ser un estudiante trabajador. Recuerda que no es fácil, y que solo pocos valientes se atreven a hacerlo.

Fuente: WikiHow