Alegan que retrasar el inicio de la jornada escolar hasta las 8:30 horas permitiría que los estudiantes duerman mejor. La falta de sueño se ha relacionado con una mala salud, calificaciones insatisfactorias, accidentes automovilísticos y otros problemas.

Así lo afirma la American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) en una nueva política, donde señala que los adolescentes son un grupo que está especialmente en riesgo. Para ellos, dijo, “la pérdida crónica de sueño se ha convertido en la norma”.

Los estudios han encontrado que la mayoría de los estudiantes estadounidenses en escuelas media y secundaria no tienen la cantidad recomendada de sueño, de ocho horas y media a nueve horas en las noches previas a las jornadas de escuela, y que la mayoría de los estudiantes de secundaria duermen en promedio menos de siete horas.

Más del 40% de las escuelas secundarias públicas de Estados Unidos inician clases antes de las 8 de la mañana, según datos del gobierno citados en la política. Incluso cuando el timbre de la escuela suena a las 8 de la mañana, el horario en el que el autobús escolar recoge a los estudiantes significa que los chicos tienen que levantarse antes del amanecer si quieren ese medio de transporte.

Las actividades deportivas después de clases son uno de los obstáculos más citados porque salir más tarde retrasa el inicio de los entrenamientos y los partidos. El cambio también puede reducir el tiempo dedicado para hacer la tarea o para trabajos después de clases, dijo Amundson.

Entre los posibles peligros que enfrentan los adolescentes con falta de sueño están la depresión, los pensamientos suicidas, la obesidad, las malas calificaciones y los accidentes de tránsito por conducir con sueño, dijo Judith Owens, autora principal de la política y directora de medicina del sueño del Centro Médico Nacional Infantil en Washington.

Fuente: Infobae.com