Pero, ¿cómo hacerlo? Vemos constantemente a personas que parecen tener un don natural para pararse frente a una multitud y hablar sin problemas, mientras otras enmudecen tan solo con la idea de tener que hablarle a otros. Pero no tema: Se trata de una cuestión de práctica.

Usualmente el temor existe no por sí solo, sino porque se tiene miedo a equivocar las palabras, no ser comprendido o tener que enfrentar el rechazo o aburrimiento de los demás. Para sacar de su mente estas preocupaciones debe prepararse mentalmente antes de dar un discurso, tener en claro qué es lo que busca transmitir y cómo lo hará. Un buen discurso no es una cuestión de improvisación.

Otro aspecto que suele preocupar mucho a los oradores es la dicción: Nadie entenderá lo que dice si no está hablando correctamente. Pero, si se da cuenta, usted comienza a tener problemas de dicción en el momento que se comienza a sentir nervioso. Es en esos instantes en que deja de vocalizar, empieza a murmurar y duda de cada palabra que dice. Así que tome aire antes de cada oración, recuerde qué es lo que tenía pensado decir y dígalo con seguridad y firmeza.

Y así, con confianza en sus palabras y una buena preparación mental es que se consigue captar la atención de las personas, puesto que, más allá de las palabras, su lenguaje no verbal se encarga de transmitir a los demás una fuerte sensación de seguridad y confianza en usted y en lo que dice.

Si aún le resulta difícil poner en práctica estos consejos, no se asuste: Es una cuestión de práctica constante para reafirmar la confianza en usted mismo. Y para continuar practicando le dejamos las siguientes recomendaciones:

-Crea en sí mismo.

-Crea en lo que está diciendo.

-Tenga en mente la importancia que tiene su presentación para los demás.

-Tenga siempre un lenguaje amable.

-Diviértase mientras da su discurso.

-Prepárese con anticipación.

-Investigue sobre el tema.

-Grábese para ver cuáles son sus problemas y corregirlos.

-Practíquelo frente a personas de su confianza.

-Practique frente a un espejo.

Fuente: Plusempresarial.com