“Otra vez tengo que ir a trabajar”, es lo que piensan algunas personas cuando se despiertan. Quizá sea el momento de pensar en cambiar de empleo, pero antes de eso es preciso que te des cuenta si en verdad es el momento de mirar hacia otros horizontes.

PUEDES LEER: Educación y Carrera: ¡Ten cuidado con tu perfil en redes sociales!

Sin embargo, renunciar a un empleo sin tener ya otro en puerta no es lo recomendable, según los expertos. A continuación, algunos puntos a tener en cuenta que los expertos le dijeron a CNN Expansión.

1. Estás lejos de tu plan de carrera. Echa un vistazo al plan de carrera y crecimiento profesional que te habías trazado, y si no lo tienes hazlo ahora, o bien haz los ajustes que consideres necesarios. Revisa luego si ese plan compagina con los intereses de la compañía y también con tus objetivos profesionales. Renunciar sin saber a dónde vas es como tomar un bus sin saber el rumbo.

2. Hay más contras que pros. Elabora una lista con los pros y los contras, y este ejercicio puede esclarecerte mucho mejor el panorama. Considera que la lista tenga factores como los planes de crecimiento, el balance vida-trabajo en tu tiempo e incluso los tiempos de traslado. Luego evalúa los contras y los pros de peso.

3. Ya no contribuyes a la organización. No sentirse útil es un sentimiento desagradable y frustrante, así que si te has dado cuenta de que estás en tu zona de confort sin ningún ánimo de innovar en procesos y productos, puede ser un gran indicador de que es hora de un cambio.

4. El tiempo ha pasado. Las empresas acostumbran realizar planes de estructura y crecimiento cada cinco años, periodo suficiente para evaluarte también a ti. Si pasados cinco años descubres que tu desarrollo se encuentra estancado, es un buen momento de mirar otros horizontes. Cuando realices este análisis, hazlo de la manera más cuantificable posible.

5. Estás siendo aprovechado. Es vital contar con aptitudes, pero es todavía más importante que éstas sean explotadas y desarrolladas. Es frecuente que las aptitudes y el talento queden enterrados debajo de las urgencias del día a día y los procesos mecanizados. Nuestro trabajo debe ayudarnos a crecer, a ser mejores empleados y a ser mejores personas.

6. Tu jefe es la causa. Si pasados seis meses no has logrado conectar con tu jefe, difícilmente lo harás después, así que si este es tu caso explora primero la posibilidad de cambiar de área o de puesto. Las razones pueden ir desde choque de personalidades hasta acoso laboral, que tiene como una expresión el congelamiento. Si es tu caso analiza las posibilidades que tienes de mejorar tus condiciones y ten presente que mantenerte en la empresa tendrá más perjuicios que beneficios.

Fuente: Dinero.univision.com