Recientemente se supo que de 9000 aspirantes con intención de convertirse en estudiantes del Master in Business Administration (MBA) de Harvard, solo 2 mil pasan la primera fase y que, después de una entrevista personal, solo la mitad consigue cursar el programa.

Aunque no todas las escuelas de negocios tienen un número de solicitudes tan elevado, la entrevista personal sí es un elemento fundamental para poder formar parte del alumnado.

José Lominchar, director general de Next International Business School, considera que tanto el entrevistador como el entrevistado deben ‘seducirse’ durante este proceso.

“La entrevista es una tarjeta de visita con una doble sentido; por un lado, la imagen que la escuela quiere mostrar y por otro, la del alumno que quiere cursar un programa en ella”, explica Lominchar.

Lominchar, que es quien suele realizar la entrevista final a los alumnos que van a formar parte de Next IBS, tiene muy clara la finalidad de esa conversación: “El alumno al que estás entrevistando, si decide estudiar en esa escuela, va a hacer una inversión importante, una inversión de futuro”.

Las preguntas que según Poets&Quants fueron consideradas más difíciles por los alumnos de Harvard fueron aquellas relacionadas con el ámbito íntimo y familiar, como por ejemplo: “Cuál es el mejor consejo que te han dado?”, “¿Qué opinaban tus padres de ti cuando eras pequeño?”, “¿Qué cosas nunca nos hubiéramos imaginado de ti?” o “¿Cómo quieres ser recordado?”.

Las preguntas personales pueden ser muy difíciles de contestar para un alumno. Él piensa que va a hablar de sus logros y méritos académicos y se encuentra con que tiene que hacer memoria y ser ingenioso a la vez, y puede que no reaccione con la soltura suficiente como para hacer frente a ese tipo de preguntas.

“Puedes averiguar más sobre un alumno viendo cómo responde en ese campo, se pueden identificar cosas de él que normalmente no se averiguan de otro modo, pero puede ser una esfera incómoda en la que se rompe ese ambiente relajado y de ‘seducción’ mutua del que hablaba antes”, afirma el director de Next IBS.

Como afirma Lominchar, hay que tener una especial sensibilidad para poder efectuar las preguntas adecuadas y además sacar una información útil de ellas. “El proceso de admisión es muy riguroso, pero debe ser respetuoso con el perfil académico y profesional de cada alumno”.

Por ello la escuela de negocios debe valorar toda la información que tenga del alumno en su conjunto, ya que el objetivo final es “conformar equipos de alumnos que aporten valor al trabajo de grupo durante el máster”.

Fuente: América Economía