Intenta empoderarte de tu calidad profesional y destaca, convencido de que mereces que te valoren, al igual que tú haces con los otros. Siéntete bien con cada logro y date ánimo ante cualquier fracaso.

Recalca lo positivo.

Para comenzar con el pie derecho, debes destacar en los aspectos más básicos de un buen profesional, empieza por cuidar tu presentación personal, respetar los horarios, a tus superiores y subalternos. Intenta hablar sólo en el momento en que sean necesarias tus palabras o cuando alguien requiera de tu experiencia. No hables por hablar, ni busques parecer un sabelotodo, más aún si estás con tus jefes, pues más interesante es quien siempre tiene la palabra justa que aquel que habla todo el tiempo sólo porque sí. Piensa ¿quién sería el elegido al momento de considerar un ascenso?

Busca innovar y aportar.

Un buen “elemento” es aquel que entrega lo mejor de sí a la empresa donde trabaja. Intenta contribuir con tus conocimientos y experiencia en pro de tu empleo, busca ideas innovadoras que podrían ser aplicables a éste. No sólo destaca quien hace bien sus labores, sino que aquel que aporta con acciones y proyectos, demostrando con esto el compromiso adquirido con su empleo. Sé proactivo y colabora pensando en cómo generar soluciones y no propiciando los problemas que pueda llegar a tener la organización.

No olvides destacar.

Puedes intentar ser muy proactivo en tu trabajo, pero si no lo haces evidente de la manera correcta, estos esfuerzos no servirán de nada. Tienes que demostrar tus conocimientos y que también eres capaz de expresar buenas ideas. Pero… ¡atención, no sin antes estar preparado!, no hables por hablar ni preguntes por preguntar, estudia, introdúcete en el tema antes de poder opinar sobre él.

Trabajo en equipo.

Para crecer en el trabajo, no debes ser individualista, pues avanzar no significa atropellar o pasar por alto a los demás. Todo lo contrario, intenta liderar instancias para trabajar con tus compañeros, muchas cabezas piensan mejor que una y esto puede conducir a grandes logros. También te ayudará para aprender de las experiencias y conocimientos de los demás, engrandeciéndote personal y profesionalmente.

Enfócate en las metas.

Recuerda que estás en ese lugar para trabajar, no para ser testigo ni opinar de la vida de los demás, por ello es muy importante evitar hablar mal de cualquier persona en la empresa. Recuerda que nunca se sabe quien será el destinatario final de esa conversación de pasillo y nadie quiere transformarse en “ese” compañero de trabajo que todos tratan de evitar. Mantente al margen de estos conflictos, ésta es una actitud que tu entorno apreciará completamente.

Capacitación continua.

Finalmente, debes comprender que eres un aporte en la medida que sabes lo que haces, es por esto que siempre tienes que buscar el desarrollo profesional y personal, no dejar de aprender. Estudiar y actualizar los conocimientos a través de un postgrado, maestría o cualquier otra especialización, es de gran ayuda si realmente quieres ser imprescindible en tu trabajo.

Fuente: Elmundo.com.ve