El correcto diseño de sus oficinas aumentará la productividad de sus empleados, al proveerlos de un espacio donde puedan concentrarse en su trabajo, pero que también les permita interactuar con los demás trabajadores. Para conseguirlos, siga los siguientes consejos:

Encuentre el equilibrio. Encerrar a cada trabajador en un cubículo impersonal y distanciado del resto no es la solución. Busque la manera de lograr que el trabajo fluya en un espacio libre, con amplias mesas y pizarras para que los trabajadores puedan hacer apuntes y discutir los asuntos en equipo.

Diseñe espacios de no distracción. Y no, no nos referimos a los cubículos. Si lo piensa detenidamente, los cubículos no aportan nada a la productividad de sus trabajadores, puesto que son una distracción constante al no bloquear las conversaciones, llamadas telefónicas o cualquier otra interrupción. Pero tampoco pretenda que toda la oficina sea un bloque de silencio, puesto que entonces el más mínimo sonido se convertirá en una distracción.

Déle a los trabajadores la palabra. Si les da a sus empleados la opción de elegir cómo trabajar mejor, ellos diseñarán el método que mejor les funcione, ya sea usando audífonos o planteando trabajos en conjunto. Cada trabajador tiene una manera distinta de hacer que su tiempo resulte más productivo, así que permítales que exploren siempre y cuando cumplan con su cuota de trabajo.

Promueva la interacción. Si uno les dice a las personas que interactúen, probablemente lo pasen por alto al no considerarlo una labor muy importante e, incluso, distractora. Pero, conseguir que personas dedicadas a labores diferentes de una misma empresa conversen entre ellas, resulta una tarea crucial ya que permite que se acerquen a nuevas maneras de resolver un problema. Pruebe a colocar objetos necesarias en el centro de la oficina, como la máquina de agua, café, entre otros, y así lograr que diferentes áreas de trabajo se encuentren en un mismo punto.

Fuente: Plusempresarial.com

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