1. Aprécialos. Sí, es cierto que están haciendo su trabajo porque les pagas, pero ello no quiere decir que no debas reconocerlos de manera honrada y sincera. Demuéstrales que agradeces su trabajo duro, su compromiso con la empresa, la calidad de la atención que brindan a los clientes, etc. Toma en cuenta que recordarles lo mucho que hacen por ti y la empresa ayudará a que se sientan realmente parte de ella.

2. Hazlos sentir importante todos los días. Puede sonarte cursi, pero no lo es. ¿Acaso a ti no te gustaría que te digan que saben cuánto vales y cuánto aprecian tus esfuerzos? Pues lo mismo sucede con el resto del personal de tu empresa. Date una vuelta por la planta o la oficina y comunícales a tus trabajadores que su trabajo realmente contribuye a la satisfacción de los clientes.

3. Escúchalos y compréndelos. Cada persona es diferente, y por lo tanto tiene metas y sueños únicos. Trata de conversar con tus trabajadores para saber cuáles son sus deseos, que los motiva a trabajar mejor cada día. Quizás algunos estén ahorrando para la cuota inicial de su casa propia, quizás otros deseen pasar más tiempo con su familia. Usa esta información para tratar de apoyarlos, ofreciendo quizás consultorías gratuitas con asesores financieros, horarios más flexibles, etc.

4. Aprende a hablar el mismo idioma. Cuando llamas a una reunión y hablas de estrategias de crecimiento, expansión, nuevos mercados, puede que lo único que muchos de tus trabajadores saquen de estos es que trabajarán más para que otros sean los que vean las ganancias. No te quedes en cifras frías y distantes: haz ver que más ingresos pueden significar más oportunidades de capacitación, mayores beneficios, mejor estabilidad laboral, más oportunidades de ascensos, etc.

Son cuatro ideas que, bien aplicadas, ayudarán a mantener a tu equipo a tu lado.

Fuente: Plusempresarial.com