A la hora de buscar un intérprete que asista en tus negociaciones internacionales, puedes plantearte la cuestión de si no sería mejor recurrir a un traductor. Ninguno de los dos es más o menos beneficioso, simplemente, se trata de profesiones distintas. El traductor trabaja con textos, es decir, su actividad se basa en el lenguaje escrito; mientras que el intérprete se ocupa del hablado.

Si lo que te hace falta es traducir una carta comercial, puedes recurrir a un traductor, pero si lo que necesitas es una persona que acuda contigo a una visita de negocios, te hará falta un intérprete.

Debes saber que generalmente estos profesionales están especializados por sectores, por lo que te conviene asegurarte de encontrar al mejor en su rama. También hay que tener en cuenta que existen dos tipos de intérpretes: *los simultáneos y los consecutivos.

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Los precios de los servicios varían, así como los equipos necesarios para que los simultáneos hagan su trabajo. La diferencia entre ambos es que los intérpretes simultáneos hablan prácticamente a la vez que tú lo haces, dirigiéndose a su interlocutor sin apenas una pequeña demora, mientras que los consecutivos toman la palabra después de que tú lo hagas.

Cuando ya has tomado la decisión de recurrir a los servicios de uno de estos profesionales, es momento de preparar el encuentro:

Antes del encuentro

- Asegúrese de que el profesional que ha contratado es un intérprete certificado.

- Prepare el encuentro con él de forma previa, para que pueda familiarizarse con los asuntos a tratar, el material que se va a presentar, etc. Mucho mejor si le puede facilitar un pequeño resumen de sus intenciones y el motivo por el que se ha convocado la reunión.

Durante el encuentro

- Sea respetuoso, tanto con el intérprete como con el interlocutor.

- Emplee frases cortas, lenguaje sencillo y directo. Evite las bromas. Evite frases hechas o expresiones coloquiales. Evite la exageración y excesivo énfasis, en palabras y gestos.

- No interrumpa al intérprete mientras habla.

- Distribuya el tiempo de manera lógica: hablando durante intervalos no muy extensos, para facilitar la tarea al intérprete, logrando una mejor calidad de su discurso.

- Mire al interlocutor mientras hable, no al intérprete.

- Antes de dar por terminada la negociación, de manera breve, haga un repaso de todo lo que se ha acordado y recójalo por escrito.

*-*Es aconsejable permitir al intérprete tomar notas mientras usted habla y hacer algún descanso para que pueda descansar su mente.

Fuente: Pymerang