La rebaja tiene un panorama negativo, reflejando la visión de S&P de que existen significantes riesgos al crecimiento económico y al desempeño presupuestario, además de una falta de dirección clara en las políticas de la zona euro.

En su informe, S&P dijo que las restricciones del gasto y el desempleo probablemente intensificarán el descontento social y contribuirán a mayores fricciones entre el Estado español y los gobiernos regionales.

“En nuestra visión, la capacidad de las instituciones políticas españolas (tanto domésticas como internacionales) de afrontar los difíciles desafíos planteados por la actual crisis financiera y económica, está declinando”, advirtió en un comunicado.

La decisión pone a S&P en línea con Moody’s, que también tiene a España en observación para una posible rebaja de su calificación “Baa3”. Ambas notas se ubican en el último escalón del grado de inversión.

Mientras, Fitch Rating asigna una nota de “BBB” a la calificación de la deuda española, un escalón por sobre sus agencias rivales, pero con un panorama negativo.

Pese a aplicar en los últimos meses duros ajustes de gastos y reformas sin precedentes en la historia de ese país, la economía española sufre su segunda recesión en tres años con una tasa de desempleo cercana al 25%.

Fuente: Reuters