Comenzando con el color, en caso de querer cambiar las cortinas, podemos decantarnos por los tonos suaves y colores más claros para conseguir así un ambiente estimulante, totalmente opuesto a lo que nos ofrecen las cortinas de colores oscuros, una de las mejores ideas de decoración del salón si queremos causar impacto, resaltando con ello otros elementos decorativos.

En cuanto al estampado, podemos ayudarnos de las cortinas con rayas verticales para hacer más espacioso a la vista cualquier salón, algo en lo que también ayudan los colores degradados, muy vistosos y decorativos en salones con paredes blancas.

El material es otro de los aspectos en las cortinas que debemos cuidar, sabiendo que el terciopelo de las cortinas contribuye a los ambientes oscuros o que los materiales finos reflejan la luz, ideal para habitaciones más sombrías. Un lugar donde también podemos añadir apliques de pared o rieles, muy útiles para “jugar” con el aspecto de nuestras cortinas, gracias al efecto acordeón que podemos conseguir con ellos.

Como apunte útil, cabe resaltar que, por muy decorativas que sean, las cortinas han de reservarse para los lugares donde queramos disminuir la luminosidad a determinadas horas del día. No hay que olvidar que, como toda tela, las cortinas también cogen polvo y, al cabo de un tiempo, hay que lavarlas. Por ello, lo mejor será colocar cortinas solamente donde sea estrictamente necesario, reservando para estos espacios sin luz otros elementos como los vinilos decorativos.

Fuente: Mundohogar.com