Al entrar a la sede principal del restaurante Mi Perú en el tradicional barrio Chapinero en Bogotá, Colombia, los comensales saben de antemano que van a disfrutar una de las experiencias gastronómicas más placenteras. Sin embargo, al conocer la historia de su propietario, quedan cautivados por los juegos del destino que trajeron a este hombre a la capital colombiana y con él una de las cocinas más reconocidas del continente.

Pablo Fernández, soldador de profesión, comercializador de mariscos y pescados frescos de oficio, y cocinero por hobby, dejó su natal Callao tras la crisis del cólera en el Perú y viajó al país de su entonces esposa a la espera de la reactivación del comercio pesquero.

Con el pasar de los meses y ante la situación cada vez más grave, unos amigos le entregaron las llaves de su primer local con la idea de abrir un restaurante, fascinados por los platos representativos del Perú que él les preparaba en reuniones sociales.

TIENE CUATRO LOCALES Y ABRIRÁ EN MIAMI

Es así como en 1991 nace el primer Mi Perú, restaurante cuyo nombre expresa “con mucho orgullo” según sus palabras, el sentido de pertenencia y de profundo amor por sus raíces a pesar de la distancia y que hoy es una reconocida cadena con cuatro sucursales en Bogotá y próxima a aperturar en Miami.

Con este nacimiento vendría el trabajo duro, la profesionalización del chalaco y los continuos reconocimientos al respeto por la técnica, la calidad y el sabor. Mucho antes del “boom” de la gastronomía peruana en Colombia, Pablo Fernández había abierto el camino para los restaurantes que hacen parte de la oferta Inca en el país y que principalmente se concentran en Bogotá.

Como precursora, la cadena ha sido reconocida por los críticos del gremio, premiada por los medios de comunicación, exaltada por embajadores y solicitada por cientos de estudiantes que toman cursos con quien ellos llaman “el profesor que enseña la verdadera cocina del Perú”.

Tras el fallecimiento de su esposa, conoció a su compatriota Carmen Quichiz, con quien hombro a hombro han desarrollado este proyecto que involucra a sus hijos y nietos, donde la cocina y sus tradiciones son el motor que les impulsa a permanecer unidos trabajando para expandirse y continuar con el legado.

Con más de 80 platos en la carta entre los que se cuentan la Causa Limeña, la Jalea Marinera, el tradicional Ceviche y el insigne Lomo Saltado, los atractivos de Mi Perú son los sabores que “explotan en el paladar” y cambian con solo agregar una salsa de ají en un mismo plato.