Los precios del oro se desplomaban y caían hasta un 6.3% por debajo de los US$ 1,400 la onza por primera vez desde marzo del 2011, debido a que la tendencia bajista en el mercado se aceleraba tras más de cuatro meses de liquidaciones.

Los inversores abandonaron al oro junto a otras materias prima, como el petróleo y el cobre, después de conocerse que el producto bruto interno de China creció menos a lo esperado en el primer trimestre, lo que avivó las dudas sobre la salud de la economía mundial.

El oro al contado cayó hasta US$ 1,384.69 la onza y a las 1048 GMT operaba en 1,409.26 dólares, una baja de un 4.7%.