Entre las zonas más concurridas de la casa encontramos los pasillos, caminos a las distintas estancias que podemos decorar sin miedo a falta de espacio gracias a, por ejemplo, una colección de pequeñas láminas artísticas resaltando una zona concreta del pasillo.

Si el espacio lo permite, podemos acompañar este rincón de alguna silla o puff que, en un futuro, nos pueda servir como asiento supletorio para nuestros invitados.

Otra opción recurrida para dar vida a los pasillos y ampliar así el espacio visual es la de los espejos. En solitario o en conjunto, los espejos nos aportarán luminosidad y amplitud en el pasillo, quedando perfectos en la decoración funcional de cualquier hogar.

El color, muy útil para lograr los efectos deseados, puede ser el aliado perfecto de cualquier pasillo estrecho si lo unificamos en paredes, techo y estancias contiguas. Una acertada elección en la que podremos decantarnos por tonos azules o verdes, para una mayor luminosidad en la estancia.

Para pasillos más amplios, podemos decantarnos por un mueble antiguo restaurado que nos sirva como cómoda, tocador o simple recoge-objetos para nuestras visitas. Una elección en la que las plantas de interior o los pequeños cactus decorativos terminarán por completar la elegante vestimenta de nuestra zona de paso.

Fuente: Mundohogar.com