El embajador de en , Rafael Roncagliolo, afirmó hoy que el país tiene una necesidad de infraestructuras por valor de 160.000 millones de dólares hasta 2025, un factor que pretenden resolver gracias a la colaboración de las empresas españolas.

La reducción del déficit de infraestructuras es uno de los principales retos de Perú, además del fortalecimiento de las instituciones públicas y la lucha contra la corrupción, dijo el embajador en un desayuno informativo junto al presidente de Sacyr, Manuel Manrique, celebrado en Madrid.

A su juicio, Perú deberá consolidar la diversificación productiva y la matriz energética, pues “no podemos resignarnos a ser un país cuyo crecimiento descanse siempre sobre la exportación de materias primas”.

Recalcó también que se deben disminuir los niveles de informalidad, de trámites públicos y de conflictividad social, además de mejorar la calidad educativa y de capacitación laboral.

Perú registró en 2015 un aumento del PIB del 3,26 por ciento y de la inflación en un 4,4, cifras que llevaron al embajador a elogiar el crecimiento económico sostenido, la estabilidad política y los acuerdos de libre comercio de Perú.

Además, manifestó que su país tiene un marco de seguridad jurídica que ayuda a la inversión extranjera y que se ha enfocado en el aumento de la inclusión social, con lo que la pobreza se ha visto reducida de un 50 a un 22 por ciento en la última década.

Roncagliolo dijo que España ocupa en Perú el primer puesto en inversión privada directa y que cerca de 400 compañías españolas se han asentado en el país, cifra en la que se incluyen medianas y pequeñas empresas.

Dos días después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en las que Keiko Fujimori quedó en primer lugar, Roncagliolo definió el gobierno de su padre, Alberto Fujimori, (1990-2000) como parte de una época en la que “Perú era un problema”.

Ello por, entre otros aspectos, la violación de derechos humanos, aunque entendió que también se tenga un “buen recuerdo” de él por combatir el terrorismo, controlar la inflación o establecer las fronteras definitivas del país.

“Todo esto hace que la candidata Keiko Fujimori, que además ha garantizado por escrito una serie de compromisos, tenga hoy en día una legitimidad de participación democrática que nadie puede cuestionar, entre otras cosas porque también las políticas no se heredan ni se transmiten”, dijo Roncagliolo.

El diplomático peruano no ve ninguna razón por la que con el cambio político los planes de infraestructuras ya firmados se puedan abandonar, aunque “todo es posible”.

Por su parte, el presidente de la constructora española Sacyr, Manuel Manrique, afirmó que Perú será uno de los grandes beneficiarios de la ampliación del Canal de Panamá, ya que mejorará la competitividad de las empresas y los tiempos de entrega de mercancías de entrada y de salida.

Fuente: EFE

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