1. Prepárate para delegar: Al dejar el poder de tu empresa familiar en manos de otro, no seas de aquellos exlíderes que cuestionan las decisiones de su delegado. Una vez dejado el puesto enfócate en otros intereses. Pero ojo, retirado no significa inactivo, puedes supervisar los resultados e inclusive poner en marcha otras nuevas ideas de negocio.

2. Estudia el mercado: Hay que mantener monitoreado el mercado para entenderlo y anticiparse a lo que puede suceder. Los clientes cambian rápidamente de preferencias y exigen más. Lo que funcionó antes quizás en algún tiempo no sea efectivo, un análisis detallado otorga a la empresa innovación y originalidad frente al público.

3. Adquiere talentos externos a la empresa familiar: El líder no lo sabe todo, para eso tiene que rodearse de especialistas. Ellos cubrirán sus carencias y estarán determinados a lograr resultados. En empresas familiares es fundamental que ese talento esté en los puestos adecuados e importantes, mas no en los estratégicos.

4. Separa las relaciones familiares en el trabajo: Si no cuentas con familiares capaces para ocupar puestos estratégicos, piénsalo dos veces, la permanencia del negocio puede estar en juego. Si vas a contratar algún familiar para un puesto importante tiene que someterse a los criterios de evaluación.

5. Evita el exceso de colaboradores: No existe la obligación de emplear a todos ya que la empresa no es un multifamiliar, ha habido casos de empresas que colapsaron por exceso de colaboradores. En todo caso si se acabaron los puestos y aún hay parientes puedes desarrollar otros negocios a la par. Conviértelos en tus proveedores o distribuidores por medio de otra empresa familiar que de abasto al negocio principal.

Fuente: Ideas para Pymes

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