Por ello debemos hallar el equilibrio ideal entre esfuerzo y felicidad, para incentivarlos sin necesidad de aprovecharnos de ellos.

Sepa que desean tus empleados

Para que la gente se siente más motivada al realizar su trabajo, siempre es bueno ofrecerles algo que desean como recompensa. No todas las personas son iguales, por lo que no todas desearán lo mismo. Además, deberá equiparar el peso de la recompensa con el trabajo realizado.

Aliéntalos y presiónalos por igual

Tu labor, como líder, será presionarlos para que trabajen con fuerza para alcanzar su objetivo. Así, cuando llegue el último día de la semana harán juntos un recuento de lo conseguido y felicitará a cada uno por los resultados obtenidos.

Preocúpate por la alimentación

Las grandes compañías conocen ya la importancia de la alimentación de sus trabajadores, y por eso ofrecen servicios de cafetería y comedor con menús especiales y saludables.

Escúchalos

El hecho de que usted les esté pagando por su trabajo no significa que deba verlos como personas que trabajan para usted, puesto que siempre será mejor pensar en ellos como personas que trabajan con usted. Así, cuando tome decisiones dentro de la empresa podrá siempre comentárselas y escuchar que opinan.

Apóyelos con los problemas personales

Todos tenemos una vida personal con altos y bajos más allá de nuestra vida laboral. Sea comprensivo con sus trabajadores y no los ataque cuando un acontecimiento de su vida personal se mezcle con el trabajo.

Trata a todos por igual

El hecho de que una persona se haya hecho acreedor a un aumento, un ascenso o un reconocimiento no significa que deba dejar de esforzarse lo mismo que los demás, ni que usted dejará de exigirle los mismos logros.

Fuente: Plusempresarial.com

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