Las obras de la Torre de Shanghái, que en 2015 se inaugurará como el segundo rascacielos más alto del mundo, alcanzaron los 632 metros de altura, la cúspide prevista en su diseño.

El rascacielos chino, que será superado sólo en altura por la torre Burj Khalifa de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), de 163 pisos y 828 metros, lleva seis años creciendo en el corazón de Lujiazui, el futurista barrio financiero de Shanghái, entre cuyo bosque de centenares rascacielos hay algunos de los más altos del planeta.

Según lo previsto y dado que las obras van conforme a lo planificado, la torre se inaugurará a mediados del año que viene.

El presidente de la compañía que construye el rascacielos, Gu Jianping, adelantó a la agencia oficial Xinhua que ahora la firma se centrará en la decoración interior y exterior del mismo.

“La torre cumplirá la demanda de oficinas de alto nivel de Shanghái en un momento en el que la metrópolis busca convertirse en uno de los centros financieros internacionales y una zona de comercio más importantes”, destacó Gu.

Fuente: EFE