En el 90% de los casos, la riqueza de las familias desaparece para la tercera generación; para evitarlo, el creador de los recursos debe dar instrucciones claras que deben ser aplicadas tras su muerte.

Casi en 60% de los casos, el dinero de una familia se agota con los hijos de la persona que ha creado la riqueza, de acuerdo con el presidente de la consultora de patrimonio The Williams Group, Roy Williams. En el 90% de los casos ha desaparecido por completo para cuando los nietos mueren.

El despilfarro por parte de los herederos es a menudo una razón para la pérdida de la riqueza, ya que es una simple falta de ambición.

“Las personas que crearon la riqueza a menudo eran obsesivas”, dijo el presidente de la firma de investigación y consultoría de patrimonio Prince & Associates, Russ Prince. “Pero sus hijos no tenían hambre”.

Sin embargo, la razón más grande por la que fortuna de una familia es derrochada, dicen los expertos, se debe a que la gente que construyó la riqueza no deja instrucciones claras acerca de cómo manejar el dinero después de que se hayan ido. Eso conduce a amargas luchas internas entre los miembros sobrevivientes de la familia y a una pérdida eventual de la fortuna.

“La intención es buena, pero hay una brecha de comunicación”, dijo el director de Finanzas del Comportamiento de Merrill Lynch Wealth Management, Michael Liersch. “La gente puede tener una visión diferente de lo que el creador de la riqueza quería, y eso crea disputas”.

Evitar eso podría ser bastante fácil; simplemente dividir el dinero por partes iguales. Pero en la práctica, preservar una fortuna requiere de comunicación y cooperación que es difícil de lograr en cualquier organización y mucho menos una familia.

Los grandes legados deben venir con instrucciones detalladas como si será utilizado para pagar la educación de todos los miembros de la familia, cuánto irá a la caridad o si el dinero estará disponible para esfuerzos emprendedores y más.

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Fuente: Cnnexpansion.com