Así lo afirmó el director de la Maestría en Gestión de Inversión Social de la Universidad del Pacífico, Enrique Vásquez, al diario ‘El Comercio’, al precisar que dichos pobres no tienen servicios de salud, electricidad y agua, usan carbón o leña y el jefe del hogar solo estudió primaria o menos.

Vásquez, quien ha aplicado este nuevo enfoque sobre la pobreza, alerta que la falta de atención a este grupo de pobres no incluido en los programas sociales puede explicar el origen de los conflictos sociales que se han incrementado en el interior del país, a pesar del crecimiento de la economía.

Además de no atender a una parte importante de la población, los programas contra la pobreza benefician a un gran número de personas que no lo necesitan, pues no pueden ser consideradas como pobres.

Por ejemplo, el programa del Vaso de Leche tiene 1,1 millones de personas que no deberían figurar entre sus beneficiarios; el Seguro Integral de Salud 4,5 millones y 120 mil en los Desayunos Escolares. Esas filtraciones le cuestan al Estado S/. 578 millones al año.

Si se mide en términos de pobreza monetaria (ingreso de S/. 272 por persona al mes), el 27,8% (8,3 millones de personas) es pobre. Si se mide por sus privaciones y limitado acceso a servicios (multifuncional), el 39,9 es pobre (11,9 millones de peruanos).