Nelson Bunker Hunt, un empresario texano considerado en su época el hombre más rico del mundo, antes de declarar la bancarrota tras un desastre financiero, murió el martes a los 88 años de edad.

Bunker Hunt había heredado de su padre una fortuna en petróleo y trató, luego, de monopolizar el mercado de la plata, solo para ver una caída estrepitosa del valor del metal que le costó US$1.000 millones en un día.

JUEVES DE LA PLATA

Esto sucedió alrededor de la época en que perdiera muchos de su intereses en Libia, cuando el coronel Muamar Gadafi derrocó al rey en 1969 y luego nacionalizara las empresas petroleras.

Con sus hermanos Herbert y Lamar, Hunt empezó a comprar plata cuando costaba US$1,94 la onza. Después del revés en Libia y muchas veces a través de testaferros, adquirió los derechos de 55 millones de onzas.

Frustrado porque el precio del metal no se valorizaba y por leyes que obstaculizaban el monopolio, Hunt empezó a manipular el precio con los sauditas hasta que llegó a US$50 la onza. En su momento, el magnate y sus socios controlaban 200 millones de onzas de plata.

Pero el 27 de marzo de 1980, en lo que se conoce como el “Jueves de la Plata”, hubo una caída estrepitosa en el mercado del metal que le costó US$1.000 millones.

Cuando se le preguntó sobre el desastre, Hunt simplemente dijo que “mil millones de dólares no son lo que solían ser”. A partir de entonces, tuvo una racha de mala fortuna que empezó a socavar su vasta riqueza.

Nelson Bunker Hunt vivió con su esposa sus años finales en una modesta casa en Texas, tal vez no muy diferente al estilo de vida austero que practicó cuando tenía sus miles de millones.

Fuente: BBC