Sostuvo que al margen de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sobre cuya gestión declinó pronunciarse, la revocatoría generaría un clima de incertidumbre sobre la marcha de la gestión edilicia.

Añadió que, en términos generales, se perdería una enorme cantidad de tiempo para el trabajo de la autoridad municipal. “De una u otra manera, ya hay un alto perjuicio por la incertidumbre. En nada es un beneficio para los peruanos”, anotó.

Sin embargo, señaló que si los promotores de esa iniciativa, que busca vacar del cargo a Villarán y los 39 regidores del concejo metropolitano, cumplieron los requisitos para realizar la consulta popular; entonces tendrá que respetarse ese mecanismo.

Según explicó García Miró, a raíz del proceso de revocatoria todo agente económico vería con incertidumbre la continuidad de la gestión municipal en Lima, lo cual es un factor de preocupación para desarrollar proyectos e iniciativas de inversión.

“Tenemos que lamentar que esto genere como consecuencia un riesgo de paralización de la ciudad más importante de Perú con todo lo que tiene (que hacerse) en inversiones, desarrollo y empleo”, declaró a la Agencia Andina.