En los últimos años, se está apuntando a la necesidad de fomentar el espíritu emprendedor para mejorar la sociedad actual. Sin embargo, la actitud emprendedora no es algo que se pueda crear de forma repentina de “hoy para mañana”.

Es un concepto, una filosofía de vida que debe ser introducida de forma gradual, progresiva, y que incluso podría requerir de cambios generacionales para poder implantarlo adecuadamente, y saben en quienes ¡en nuestros hijos!

Veamos algunos hábitos que podríamos poner en práctica para fomentar el espíritu emprendedor entre nuestros hijos:

- Humildad.

- Enseñarles a establecer metas es fundamental para su futuro.

- Disciplina y compromiso.

- Reconocer el valor de las cosas.

- Desarrollar la creatividad a través de diferentes actividades que puedas realizar junto a el.

- Reconocer el “fracaso” como factor generador de éxito.

- Desarrollar una comunicación adecuada para mejorar sus relaciones.

- Generar independencia para aumentar la confianza en sí mismos.

- Desarrollar el concepto de liderazgo.

- Enseñarles que si se equivocan tienen muchas oportunidades para volver a reintentarlo.

En el prólogo indicábamos el importante cambio que se puede producir en nuestras vidas cuando cambiamos la búsqueda del TENER por el SER. Este concepto es algo que debe ser explicado a nuestros hijos desde el principio para que entiendan como natural que tener o no tener no es la clave del éxito. Es en el SER donde reside la verdadera fuente del éxito. Ser mejores personas, ser mejores hermanos, ser mejores hijos, ser mejores empresarios es lo verdaderamente importante.

Fuente: Plusempresarial.com