El alemán Bayern, cuatro veces campeón de Europa, se enorgullece de haber arrojado resultados positivos en sus balances durante 19 años seguidos, mientras que el Chelsea inglés sigue dependiendo de los aportes de su magnate propietario ruso, Roman Abramovich, mientras busca su primer título en la competición.

“La Bundesliga ha creado un modelo sostenible, lo que asegura que los clubes puedan financiar sus gastos”, dijo Emmanuel Hembert, de la consultora de administración global A.T. Kearney.

“Los clubes de la Liga Premier inglesa han sido comercialmente muy astutos. Son buenos identificando oportunidades y generando ganancias, pero el problema para ellos está del lado del control”, agregó.

Los clubes ingleses tendrán que modificar sus modelos de gestión en las próximas temporadas, ya que la UEFA, entidad rectora del fútbol europeo, aplicará nuevas reglas que obligan a los equipos a equilibrar sus cuentas para evitar posibles exclusiones de los principales torneos.

A partir de eso, los ingleses tienen mucho que hacer. Chelsea perdió 67,7 millones de libras esterlinas (US$108,6 millones) en su último año financiero completo, mientras que el flamante campeón, Manchester City, quedó en números rojos con casi 200 millones de libras en contra.

Los equipos alemanes no pueden ser financiados por millonarios extranjeros porque ningún individuo puede ser dueño de un paquete accionario mayoritario de un club.

Fuente: Reuters