El ensanchamiento de la clase media en América Latina representa una oportunidad para superar la desigualdad y la pobreza, pero también plantea formidables desafíos estructurales.

El surgimiento de la llamada “nueva clase media” fue motivo de un panel especial en el primer día de la reunión anual del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para discutir respuestas a las demandas de ese nuevo actor social.

Para Enrique Iglesias, Secretario General Iberoamericano, el surgimiento de dicha clase plantea serios desafíos para la infraestructura, para la calidad y el acceso a los servicios y también, en numerosos casos, para los sistemas de representación política.

“Esto ha generado turbulencias en América Latina. Creo que una clave en este escenario es saber si esa clase media será a partir de ahora un agente del cambio social, es decir, prestar atención al papel sociopolítico de la clase media”, dijo Iglesias en la apertura del panel especial sobre el tema organizado por el BM.

Por su parte, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que las demandas por mejores condiciones de salud y educación no se terminan con el acceso de esos sectores a la clase media, sino que se profundizan.

En la visión del titular del BM, “las recientes manifestaciones en Brasil lo han demostrado: las demandas continuarán creciendo. No van a disminuir, sino que aumentarán. Y precisamos ser buenos asociados para administrar estos temas tan complejos”

Esos requerimientos se concentrarán básicamente en los sectores de salud pública y educación. “Esas personas que han salido de la pobreza extrema y ahora se integran a la clase media buscan una oportunidad para sus hijos”, comentó.